Mejillones picantitos

Hay ciertos platos que asocio con momentos vividos, los mejillones son uno de ellos.

Me recuerdan a Galicia y especialmente a O Grove, allí hemos cogido en varias ocasiones un barquito que te da una vuelta por la ría  y te enseña las bateas donde se cultivan los mejillones, a la vez te ofrecen  bandejas del molusco cocinado al vapor  junto con vino de la tierra. Un paseo precioso.

Allí en el mar, en el lugar donde se crían, y con ese entorno tienen un sabor insuperable y no necesitan nada

más que una cocción al vapor. Se disfrutan mucho. 

Estos no son aquellos y han viajado hasta Madrid,  seguramente a Mercamadrid, de allí a  la pescadería, y después han acabado recalando en mi cocina.

Tienen un poquito mas de mundo ja ja, pero igualmente están muy buenos.

En este caso he decidido prepararlos con una salsa picante que le va muy bien y que si no están todo lo buenos que están los de O Grove ni se nota.

Ingredientes:

-Una malla de mejillones frescos (1k)

- 1 vaso de sidra natural

Salsa:

-3 o 4 tomates maduros

-1 cebolleta

-un pimiento verde

-2 diente de ajo

-una cucharadita de harina

- una guindilla cayena (o media si es muy picante)

- agua de cocción de los mejillones

Preparación:

Lavamos muy bien los mejillones en agua fría y retiramos los pelillos de las conchas. Colocamos en una cazuela con el vaso de sidra natural  y cocinamos tapados hasta que se abran (5 minutos aproximadamente ). Es importante ir sacándolos a medida que se vayan abriendo para que no se pasen demasiado. Retiramos los mejillones de la cazuela con la ayuda de una espumadera y reducimos el líquido a la mitad. Colamos el caldo de cocción y reservamos.

En una sartén con un chorrito de aceite de oliva ponemos a pochar los dientes de ajo, la cebolleta y el pimiento verde y la cayena, todos bien picaditos,   hasta que esté todo blandito,  en ese momento añadimos una cucharada de harina que sofreímos también.

Añadimos el tomate troceado  y un poco de sal y dejamos cocer unos veinte minutos, Añadimos entonces el caldo reservado y dejamos cocer unos 5 minutos para homogeneizar los sabores. Rectificamos de sal.

Según la textura que queramos conseguir de la salsa pasamos por la batidora o no, a  mí me gusta que se noten los trozos y no suelo hacerlo.

En una fuente acomodamos los mejillones a los que le  quitamos previamente una de sus conchas y los regaremos con la salsa de tomate. Espolvoreamos por último con perejil picado.

Ana